Plantas para que te acompañen en la oficina

¿Cuántas horas pasamos en la oficina? En medio de reuniones, correos, llamadas y demás. Es bonito tener plantas que nos acompañen y que nos distraigan del ajetreo de los días de trabajo.

Pero no todas las plantas son para oficina, existen ciertas especies que se adaptan a este tipo de espacios y que, por cierto, mejoran nuestra productividad.

Empecemos por buscar plantas que no requieran de luz natural, ya que es un tema complicado dentro de cuatro paredes y un techo.

También toma en cuenta las dimensiones de tu espacio de trabajo. No es lo mismo tener una planta colocada en el suelo, que una pequeña a la junto al computador, en un cubículo.

Otro aspecto a considerar es si en lugar hay aire acondicionado o se filtran corrientes de viento, las cuales pueden afectar a ciertas especies del mundo vegetal.

Toma en cuenta que hay plantas que expiden olores y otras que no. Ese es otro elemento, incluso porque puede que haya personas que sufran de alguna alergia debido a olores muy particulares.

Dicho todo esto estás son tres sugerencias que hacemos si desea tener una o varias plantas en su oficina:

Lengua de Tigre: Su nombre original es Sansibiera. Si bien esta especie requiere más luz natural, casi no necesita agua. Además, tiene la característica de ser purificadora de aire.

Cactus: Los cactus son una de las plantas para oficina más recurrentes. Pequeños, sencillos y prácticos. Estas plantas son las compañeras por excelencia de muchos espacios de trabajo, y con toda la razón. Además de ser sumamente resistentes, no exigen ser rigurosos con el riego. Bastará con hacerlo una vez a la semana. Es más: dentro de sus variedades, hay una que se llama incluso el cactus del ordenador, el cual se presume que absorben las ondas electromagnéticas que originan los aparatos eléctricos con los que convivimos diariamente.

Aloe Vera: Otra de las preferidas para quienes deciden tener plantas para la oficina. Más allá de su sencilla belleza, los cuidados del aloe vera son tan llevaderos que resulta imposible resistirse a ella.

Eso sí también necesita luz natural, pero casi nada de agua. Tan solo una cosa: en las condiciones necesarias, cuenta con un buen crecimiento. Una razón de peso para plantearnos que, cada cierto tiempo, tendremos que trasplantar y buscar un lugar más adecuado para ella.